Los implantes dentales son aditamentos, como raíces artificiales, creados para sustituir dientes ausentes o perdidos por cualquier causa, capaces de integrarse hasta el punto de convivir de forma sana y totalmente natural con el resto de los tejidos de la boca.
Actualmente están fabricados preferentemente de titanio químicamente puro y actúan como sustitutos de las raíces dentales. Tras su colocación dentro del maxilar o de la mandíbula sirven para que, una vez que estén osteointegrados, den soporte a los nuevos dientes artificiales que irán unidos a ellos.
Cada implante, como ya hemos comentado, hace las veces de raíz artificial sobre la cual se asentará la corona o prótesis dental y en él podemos distinguir, a semejanza del diente natural:
- Fijación implantológica o implante dental (porción que queda bajo la encía)
- Pilar transepitelial (porción de la fijación que emerge en la boca)
- Corona o prótesis (que recubre al pilar y es apreciable en boca)
Cuando se ha producido la osteointegración el implante se encuentra firmemente unido al hueso y puede soportar una prótesis para hacer frente a todos los requerimientos funcionales y estéticos como si se tratase de un diente natural sano.
Otra característica de la osteointegración es la de ser muy estable en el tiempo por lo que estos tratamientos ofrecen resultados satisfactorios que se disfrutan durante muchos años.
Optamos por la colocación de implantes dentales cuando se pretende:
- Reponer dientes con estabilidad similar o incluso superior a la de los naturales perdidos, evitando utilizar dientes adyacentes.
- Rehabilitar la boca funcional y estéticamente con calidad y precisión.
- Obtener un anclaje para las prótesis dentales móviles, aportando la estabilidad necesaria para dar confort y seguridad, como si fueran prótesis fijas.
- Conseguir que el hueso de los maxilares mantenga su función y no pierda volumen por reabsorción, evitando de esta forma el deterioro de los tejidos y el aspecto de cara envejecida por formación de pliegues y arrugas.
- Posibilitar anclajes que permitan efectuar otros tratamientos como los ortodónticos u ortopédicos y que de otra forma, en ocasiones serían imposibles de realizar.
¿Es un procedimiento doloroso?
No, ya que siempre se realiza con anestesia local y en ocasiones con sedación o anestesia general.
Para la mayoría de los pacientes es suficiente con aplicar anestesia local para evitar cualquier tipo de molestia pero, si fuera necesario, podremos mejorar su bienestar mediante la ayuda de medicamentos relajantes o aplicándole técnicas de sedación consciente.
Si por cualquier motivo, su caso precisa que sea tratado bajo anestesia general, le facilitaremos efectuarlo con la colaboración de especialistas en anestesia y reanimación en nuestra clínica o, si la intervención lo requiere, en ambiente hospitalario.
Para su tranquilidad, tenga siempre a mano el teléfono de la clínica para poder comunicar cualquier duda o problema que le surja.